Eider Rodríguez © Emilio Morales

En esta novela hay veranos, cigarrillos, piscinas, hospitales, caballos, azulejos, cemento, arena, cartas, plantas, fuego, vacaciones, amores, mentiras, verdades, vergüenzas… y también alcohol, que lo impregna todo, estropeándolo y deformándolo. Porque el padre es alcohólico. Y ella, la hija de un alcohólico. Pero ¿qué más hay detrás de ese hombre que vendía materiales de construcción y fabricaba muebles reciclando palés? A pesar de haber vivido en la misma casa durante muchos años, padre e hija apenas tienen trato. No se hablan ni se tocan, pero las miradas, los olores y los sonidos les sirven de vínculo. Y el silencio, eso que no se quiere y no se puede decir, es más un campo de batalla que una fortaleza.

En su primera novela, Eider Rodríguez ha recogido los fragmentos de un padre para reconstruir, desde diferentes perspectivas y con un estilo brutal y descarnado, el relato de una familia, de una época y de un lugar, sacando a la luz los cauces subterráneos por los que circulan el amor y la vida dentro de los estrechos márgenes del entorno familiar.

Periodista apasionada por la lectura, devoro libros por afición... He pasado por diferentes medios de comunicación: prensa, radio y televisión... Hasta que decidí crear un canal para hacer lo que realmente me gustaba y convertirlo en una parte importante de mi vida... Leo libros y te los cuento para que tú también lo hagas ¿Has atrapado algún libro hoy?

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