Atrapalibros, la muerte de guernica

Una de las novedades más atractivas de esta primavera en lo que a tebeos se refiere es la crónica del bombardeo de Guernica realizada por el historiador Paul Preston, con dibujos de José Pablo García. Titulado La muerte de Guernica (Editorial Debate), viene a continuar el exitoso experimento que los mismos autores llevaron a cabo con La Guerra Civil española (Debate). En esta ocasión, y con motivo del 80 aniversario de tan infausta efemérides, se nos presenta la secuencia histórica que condujo, irremisiblemente, hacia uno de los episodios más atroces de los muchos que deparó la campaña fascista durante la contienda y la postguerra: la destrucción premeditada, y con afán ejemplarizante, de la hermosa villa vasca de Guernica el 26 de abril de 1937. Dicho bombardeo se produjo en día de mercado y con el pueblo viviendo una bulliciosa jornada.

Preston y García logran transmitir, a base de datos y acontecimientos, en una inteligente labor de condensación, el horror y la trascendencia de los hechos acaecidos aquella primavera del 37. José Pablo García retrata a los personajes que tramaron la salvajada en sus despachos con estilo eficiente, sin alardes técnicos y poniendo la precisión de su dibujo al servicio de la Historia, con mayúscula. El trabajo investigador de Paul Preston hace el resto.

Gracias a la mencionada labor de síntesis, el lector recorre, desde el inicio de la guerra, todos los cruces y relaciones entre los mandos militares españoles, italianos y alemanes, con especial y oscuro protagonismo de estos últimos en la fatal consecución del macabro plan.

La destreza de José Pablo García beneficia la narración en sus aspectos más exhaustivos, tal y como sucede al representar los aparatos y el armamento utilizados por la aviación alemana para bombardear y ametrallar a todo civil o militar que se hallase aquel fatídico día en Guernica.

Uno de los mayores atractivos del cómic reside en la atención que se presta a un personaje esencial en el devenir del episodio histórico: el periodista George Steer. La crónica que Steer elaboró para el Times en los días posteriores al 26 de abril, siendo uno de los primeros testigos presenciales de la magnitud del desastre, contribuyó de forma crucial a que el mundo entero fuese consciente de lo que acababa de suceder en el norte de España. A partir de ahí no cesaron las condenas internacionales por la barbarie fascista ni los desmentidos y excusas que procedían del bando “rebelde”. La muerte de Guernica recoge, pertinentemente ilustrado, el articulo íntegro de Steer.

Es de celebrar, sin duda, que tanto Preston como García hayan unido sus fuerzas para recordarnos algo que no habíamos olvidado: que la capacidad de los tebeos para comunicar, más allá del maravilloso entretenimiento que ofrecen, es ilimitada.

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