Según su etimología, una pandemia es una enfermedad infecciosa que afecta a todos, mientras que una epidemia tendría un área geográficamente limitada. Podríamos decir que nuestros instrumentos de gobierno están diseñados para gestionar epidemias y no pandemias, en tanto que son instituciones locales y no globales. De ahí la primera sensación de impotencia frente a un fenómeno que exige una mayor integración política de la humanidad, en la línea de fortalecer las instituciones transnacionales o la gobernanza global y, en general, una transición hacia formas de inteligencia cooperativa, claramente insuficientes en el mundo en el que vivimos. La definición de democracia apunta a que todos los afectados por una decisión deben poder participar en ella, a que debe coincidir la comunidad de los afectados con la de quienes deciden. En este sentido, la crisis del coronavirus sería un acontecimiento pandemocrático, como todos los riesgos globales. Se da la paradoja de que un riesgo que nos iguala a todos revela al mismo tiempo lo desiguales que somos, provoca otras desigualdades y pone a prueba nuestras democracias.
Los principales desafíos que plantea la crisis de la covid-19 pueden agruparse en tres, de acuerdo con el orden del tiempo: los que nos planteaba antes, durante y después de la crisis, es decir, comprender, decidir y aprender. Los primeros tienen que ver con si estábamos preparados para anticipar una crisis de esa envergadura y si hemos sido capaces de comprenderla correctamente. En pleno fragor de la crisis lo que se pone en juego es nuestra capacidad de decidir y hacerlo sin dañar los valores de la justicia y democracia. Después de la crisis la gran cuestión es qué debe ser aprendido, por quién y de qué modo. De todo ello se habla en este libro.
Daniel Innerarity es catedrático de Filosofía Política, investigador «Ikerbasque» en la Universidad del País Vasco, director del Instituto de Gobernanza Democrática y profesor en el Instituto Europeo de Florencia. Ha sido profesor invitado en diversas universidades europeas y americanas como la Universidad de la Sorbona (París 1), la London School of Economics o la Universidad de Georgetown. Entre sus últimos libros cabe destacar La política en tiempos de indignación (2015), La democracia en Europa (2017), Política para perplejos (2018) y Una teoría de la democracia compleja (2020), publicados por Galaxia Gutenberg. Todos ellos forman parte del proyecto de pensar las actuales transformaciones de la política y elaborar una teoría de la democracia compleja que culminaría en este su último libro.
Es colaborador habitual de opinión en El País, El Correo / Diario Vasco y La Vanguardia. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Ensayo 2003 y el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2013, el Premio Euskadi de Ensayo 2019 por Política para perplejos.